En el estudio participaron 101 individuos
adultos, todos ellos víctimas del transtorno límite de la personalidad,
también conocido como "borderline".
El equipo investigador observó
un porcentaje significativamente superior de modificación epigenética
sobre el ADN en los sujetos que han sufrido en su infancia maltratos
como abuso físico, sexual, emocional o carencia afectiva con respecto a
los que no sufrieron tales situaciones.
Según las conclusiones de
los científicos, publicadas en la revista especializada "Translational
Psyquiatry", el estrés generado por esos abusos induce una modificación
epigenética del gen receptor de glucocorticoide que actúa sobre el eje
hipotálamo-pituitaria-adrenal.
Este eje interviene en la gestión
del estés, según el equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad
de Ginebra y de los Hospitales Universitarios de Ginebra.
Cuando ese eje se altera puede perturbar la gestión del estrés a la edad adulta y provocar el desarrollo de psicopatologías.
Los
investigadores consideran que si se estudiara el impacto de otros
traumatismos violentos, como una catástrofe natural o un accidente
aéreo, se podría eventualmente llegar a conclusiones similares.
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