Debido al agrietamiento de la planta física
de la escuela, producto de los últimos temblores de tierra que han
afectado al país, la población educativa del sector está atemorizada,
por lo que ha bajado la asistencia de los estudiantes.
Las grietas en algunas aulas han provocado que cuatro cursos se estén impartiendo en los pasillos del plantel.
En
un pasillo, ubicado en el centro de los dos pabellones que componen la
escuela, reciben clases los estudiantes del segundo, cuarto y octavo
grado.
Las maestras que tienen a su cargo esos cursos se quejan de
que ya les duele la garganta por las precarias condiciones en que
tienen que impartir la docencia. En ese sentido, demandaron, al igual
que los alumnos, una nueva escuela en mejores condiciones y más amplia,
ya que sobrepasa la capacidad para la cantidad de estudiantes que allí
reciben docencia.
Según expresó la profesora Mildre Maritza de
Jesús, de cuarto grado, una gran parte de los estudiantes se quedan
fuera de las aulas, porque no caben. Dijo que en su curso tiene una
matrícula de 45 niños.
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